Gracias a Internet, las entidades bancarias han desarrollado nuevas fórmulas para estar más cerca de todos sus clientes y ofrecerles una atención personalizada y adaptada a sus necesidades. Así, pueden gestionar de forma fácil y rápida su economía en cualquier momento y lugar, teniendo un mayor conocimiento de esta y mejorando su salud financiera.
La era digital ha revolucionado la forma en la que nos comunicamos. A través de la pantalla de un ordenador o de un teléfono móvil podemos relacionarnos con nuestros familiares, amigos y, desde hace tiempo, también con nuestra entidad bancaria. Aunque los jóvenes han sido pioneros en el uso de la banca digital, en los últimos años ha aumentado la franja de edad de los clientes que ven en ella un espacio cómodo, sencillo, seguro y rápido para llevar a cabo sus operaciones diarias y gestionar sus finanzas.
Pongamos como ejemplo a Manuel, que tiene 70 años y, desde que se jubiló, una de sus mayores pasiones es compartir más tiempo con sus nietos. En su último cumpleaños, ellos le regalaron un teléfono inteligente y le explicaron el significado de expresiones como “chatear”, “bajar una aplicación” o “enviar un email”. Desde entonces, él ha descubierto un mundo de posibilidades para estar en contacto con sus seres queridos, encontrar información e, incluso, hablar con su banco desde la página web o la app.
Dependiendo del país y la entidad bancaria, los canales digitales de servicio al cliente pueden variar. No obstante, los tipos de atención virtual más populares que puede encontrar Manuel son:
Como Manuel, cada vez son más los clientes que optan por los nuevos modelos de atención digitales para hacer sus gestiones financieras y encontrar soluciones a sus necesidades. Entre las principales ventajas de esta transformación digital destacan la rapidez, al no tener que desplazarse a ningún lugar para realizar las operaciones; la sencillez, pues la banca digital es intuitiva y accesible para colectivos especialmente vulnerables, favoreciendo la inclusión financiera; y la seguridad, al contar con mecanismos reforzados para identificar a los clientes, como la validación por huella dactilar en el móvil.
Precisamente, la seguridad es una prioridad dentro de la banca online. Con el aumento de actividades ilícitas, las entidades advierten de que nunca se pondrán en contacto con el cliente para solicitar información privada. Además, los usuarios pueden seguir unos sencillos trucos como reforzar sus contraseñas con números, letras y signos especiales, o marcar como spam aquellos mensajes que parezcan sospechosos.
Para conocer más sobre ciberseguridad bancaria, en este artículo de Sano de Lucas aprenderás cómo evitar el phishing, un fraude diseñado para robar tus claves de acceso o información sensible.