Es frecuente que, cuando empezamos a trabajar o, incluso, si ya llevamos tiempo haciéndolo, tengamos dudas sobre la diferencia entre los conceptos de salario bruto y salario neto. Aunque ambos términos están relacionados con nuestra nómina, no son iguales ni significan lo mismo.

De una forma sencilla, podemos decir que el salario bruto es la cantidad total de dinero a favor del trabajador que una empresa debe pagar como contraprestación por sus servicios profesionales. Sin embargo, el hecho de que sea a favor del trabajador no significa que le ingrese todo el dinero mensualmente en la cuenta bancaria. En el salario bruto están incluidas las cotizaciones sociales que debe hacer el empleado, así como un porcentaje de impuestos que paga por recibir dicho salario y que, en el caso de España, se llama IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), en el de Estados Unidos es un impuesto federal que recauda el IRS (Servicio Interno de Impuestos, por sus siglas en inglés) o en Reino Unido es el Income Tax

Es posible que el salario bruto también incluya coberturas o seguros médicos privados, incentivos especiales u otro tipo de beneficios que pueden ser en dinero o en especie -como tickets para restaurante, vehículo de empresa, entre otros- si el empleado así lo ha solicitado. Como vemos, el salario bruto es la remuneración total que percibe el trabajador antes del pago de impuestos, cotizaciones sociales y otros descuentos.

El salario neto, por su parte, hace referencia a la cantidad de dinero que el empleado recibe todos los meses en la cuenta bancaria y que es el resultado de, justamente, hacer todas las retenciones y deducciones que vimos anteriormente. Es por eso por lo que una de las claves para identificar cuál es el salario bruto y cuál es el neto a la hora de leer la nómina es fijarnos en las cantidades, pues la cifra más alta corresponde al monto bruto y la más baja, al neto.

Diferencia salario bruto y salario neto

¿Por qué es importante diferenciar el salario bruto y el neto?

Conocer la diferencia, en un primer lugar, nos sirve para evitar malentendidos a la hora de aceptar una oferta de trabajo. Es fundamental, además, para nuestra salud financiera: conocer con certeza la cantidad de recursos con los que contamos mes a mes a través de nuestro salario nos sirve para planificar adecuadamente nuestros presupuestos personales o para saber si es posible solicitar un préstamo o una hipoteca, entre otros productos o servicios.

Otro motivo importante por el que conviene saber la diferencia entre el salario bruto y el neto es el pago de impuestos como el IRPF -en el caso de España-, debido a que, a la hora de valorar un cambio de empleo o negociar una subida de sueldo, el salario bruto anual es el que se utiliza para calcular la retención a aplicar. En el caso español, por ejemplo, al tratarse de un impuesto progresivo, cuanto más salario bruto percibamos, mayor será el porcentaje de IRPF a pagar.

Una situación similar ocurre con las indemnizaciones por despido, la liquidación cuando se termina el contrato (finiquito) o las ayudas públicas, que suelen utilizar como referencia el valor del salario bruto para calcular las cantidades a percibir. Por eso, a la hora de recibir la nómina es importante fijarnos que dicho documento refleje de una manera exacta el valor del salario bruto, así como todas las deducciones que se aplican y que nos dará como resultado final la cantidad a recibir en nuestras cuentas bancarias, es decir el salario neto.

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