El dinero es un medio de cambio a través del cual adquirimos bienes y servicios o utilizamos para el pago de obligaciones. Todos los días asociamos un precio a los objetos de acuerdo con su valor intrínseco y a otros factores, como su disponibilidad (oferta) y las necesidades de las personas (demanda). Así, de manera generalizada podemos decir que a mayor precio, mayor importancia y apreciación asociada a algún producto o servicio, y viceversa.
El dinero es un conjunto de activos de una economía que las personas utilizan como medio de intercambio para obtener bienes y servicios. En definitiva, el dinero sirve para comprar cosas. ¿Y cómo obtenemos dinero? A cambio de nuestro trabajo; es decir, cada persona desempeña una función, y a cambio de la misma, se le da una cantidad concreta de dinero que pone en valor la actividad que ha desempeñado.
Durante siglos, el dinero ha tenido formas muy diversas: desde metales como el oro y la plata, hasta las actuales monedas o billetes. Pero también es dinero una tarjeta de crédito o una aplicación móvil para pagar, dado que tienen un valor específico, predeterminado y concreto, delimitado por una cifra a cambio de la cual obtenemos bienes y servicios.
Podemos distinguir tres funciones principales del dinero: como moneda de cambio para adquirir bienes y servicios, como unidad de cuenta para fijar precios, y como un depósito de valor, que implica que el dinero puede guardarse para ser usado posteriormente, lo que hace posible el ahorro.
El elemento esencial cuando se habla de dinero es la confianza, pues el dinero funciona gracias al pacto social implícito de que éste es aceptado por todos los integrantes de una sociedad.
En algunas ocasiones, logramos acumular una mayor cantidad de dinero que la necesaria para comprar las cosas que necesitamos en nuestra vida diaria. Así, ante la necesidad de mantener a salvo el dinero que no gastamos, surge el concepto de una cuenta en una institución bancaria, la cual puede tener diversas características, como una cuenta de ahorro o una de inversión a plazo, por ejemplo.