Las aplicaciones móviles o las páginas web de nuestras entidades bancarias abrieron, hace unos años, ante nosotros un enorme escenario de posibilidades para gestionar nuestra economía y cuidar de nuestro bienestar financiero, en cualquier momento y lugar. Estos son algunos ejemplos que nos permiten hacerlo de forma rápida y sencilla.
La banca digital es la versión virtual que los bancos ofrecen a sus clientes como uno de sus canales principales para gestionar sus productos financieros y acceder a servicios tanto tradicionales -como puede ser la atención al cliente, la solicitud de certificados como el de titularidad o la consulta del estado de sus cuentas corrientes- como otros más innovadores -por ejemplo, contratar una tarjeta virtual y dar nuestro consentimiento a través de una firma electrónica-. Así, se ha convertido en una opción que ha visto cómo su popularidad ha despegado en los últimos años.
Según un estudio de Statista, el volumen de usuarios de la banca online no ha parado de crecer en la Unión Europea. En países como Dinamarca y Finlandia, este consumo ya alcanzaba más de un 90% en 2020, un porcentaje muy superior a la media en la UE, que era de un 58%. En otros casos, como España, la penetración ya superaba entonces el 60%, siendo el teléfono inteligente (también conocido como smartphone, por su denominación en inglés) el dispositivo estrella para acceder a este servicio.
Entre los principales motivos -como señalábamos al comienzo-, se encuentra la sencillez, ya que las entidades destinan muchos esfuerzos en que tanto las aplicaciones como los sitios web sean simples e intuitivos, para facilitar la navegación y la experiencia de los usuarios que recurran a ella; la comodidad, por la posibilidad de poder realizar multitud de gestiones a través de un dispositivo inteligente con el único requisito de que cuente con conexión a Internet -por tanto, se evitan desplazamientos y esperas-; y, por último, la seguridad, en este caso, la ciberseguridad -gracias a tecnologías como la inteligencia artificial o el blockchain-.
Aunque las últimas incorporaciones, en términos de herramientas, poseen estos beneficios, la utilidad sería probablemente la cualidad que la mayoría de los consumidores señalarían cuando hablamos de ellas. Si quieres conocer más ventajas del banco digital, hazlo leyendo el artículo de Openbank.
¿Qué funcionalidades puedo encontrar en mi app o web de banca digital?
Como indicábamos, estos espacios virtuales no paran de evolucionar para satisfacer las necesidades de los clientes. Entre sus intereses, cada vez más, se encuentra el uso de herramientas que permitan gestionar de forma fácil y segura su economía personal.
En este sentido, algunas de las más populares -aunque su disponibilidad depende de la entidad bancaria- son:
Aunque, como indicábamos anteriormente, herramientas como estas están en constante evolución para adaptarse a las necesidades y gustos de cada usuario, buscando siempre ser lo más sencillas e intuitivas posible, puede surgir alguna duda acerca de su funcionalidad. Para resolverlas, además de los profesionales que trabajan en los canales digitales de la entidad, muchas de ellas disponen de chatbots o cuentan con asistentes virtuales como Alexa.