El planeta es el hogar de millones de especies diferentes. Cada una de ellas juega un papel vital para mantener el equilibrio y la conservación de los ecosistemas. Gracias a esa variedad, el ser humano ha podido satisfacer necesidades básicas como la alimentación, la medicina o el agua potable. Hoy, además, es un factor determinante en las finanzas. Te explicamos cómo Santander tiene en cuenta la naturaleza y la biodiversidad en la toma de decisiones.
Hablar de biodiversidad, diversidad biológica o naturaleza es referirse a la gran cantidad de seres vivos y recursos naturales que existen en la tierra, a como las distintas formas de vida han evolucionado a través de los años y a como se relacionan entre sí para beneficiarse de los ecosistemas. La naturaleza y la biodiversidad es la red creada por los animales, plantas y microorganismos en los diferentes hábitats, como el agua, el aire, el suelo, etc.
A lo largo de la historia, el ser humano ha dependido de actividades como la minería, pesca, la explotación forestal, la agricultura o la ganadería, entre otras. La explotación intensiva de estos recursos ha impactado negativamente la naturaleza y la biodiversidad. Algunas de las consecuencias son la destrucción de entornos y recursos naturales o la extinción de diferentes especies animales y vegetales. Se estima que durante los últimos 50 años las poblaciones de mamíferos, peces, aves, reptiles y anfibios han disminuido, en promedio, un 69%, según el Informe Planeta Vivo 2022 de WWF.
La biodiversidad y las inversiones sostenibles
Sin naturaleza y biodiversidad es imposible pensar en el futuro. Su deterioro pone en riesgo la producción de los alimentos que consume el ser humano, la obtención de las materias primas que utiliza para fabricar los bienes y servicios o la existencia de los recursos genéticos necesarios para la agricultura y los medicamentos, y garantizar la seguridad alimentaria entre otros. La biodiversidad se ve afectada por el cambio climático, y al mismo tiempo es clave para mitigarlo. El compromiso de las personas y las empresas es fundamental para afrontar los grandes retos medioambientales.
En el contexto de la actual emergencia climática, las finanzas sostenibles juegan un papel principal para que los sectores productivos y los ciudadanos se unan en el desafío de proteger las especies y sus ecosistemas. Se trata de poner el capital al servicio del planeta. Para ello, existen productos financieros como las inversiones sostenibles que se articulan con base en los criterios ESG. Su principal característica es que apoyan proyectos o iniciativas planteadas para fomentar la protección del medioambiente y la sociedad. Puedes encontrar una oferta muy variada. Dependiendo del enfoque que busques para invertir tienes a tu disposición productos financieros como los fondos de inversión sostenibles, los bonos verdes o sociales, los préstamos verdes, entre otros.
Si te interesa el mundo marino y quieres ayudar a proteger su biodiversidad y entorno natural, puedes elegir productos de inversión que estén orientados a ello. Los bonos azules, por ejemplo, son una opción. Las entidades que los emiten te ofrecen rentabilidad y se comprometen a destinar los recursos a la conservación de sus ecosistemas.
¿Qué es el Marco Global de la Biodiversidad?
Es el acuerdo histórico alcanzado en 2022 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) en Montreal, Canadá. Tiene como principal objetivo la protección y recuperación de la biodiversidad y la naturaleza de aquí a 2030. Cuenta con 23 metas específicas, entre las que se destacan la conservación y gestión eficaz del 30% del planeta, incluida las zonas terrestres y marinas, la reducción a la mitad de los desechos mundiales de alimentos o la adopción por parte de las instituciones financieras del compromiso de controlar, evaluar y difundir sus riesgos y efectos sobre la biodiversidad.
¿Qué hace Santander por la protección de la biodiversidad?
El sector financiero influye en la naturaleza y biodiversidad. Santander tiene un papel en comprender y evaluar cómo nuestra financiación afecta a la naturaleza y en qué medida nuestro negocio depende de ella. Como parte de nuestro análisis de materialidad, en el que el Grupo identificó la naturaleza y biodiversidad entre los 15 aspectos ESG en los centrarse. Esa prioridad incluye identificar y gestionar el impacto y las dependencias que tiene la actividad financiera de Santander en los proyectos que financia. Entre ellos se encuentran la deforestación, la extracción de recursos naturales o el cultivo.
Alineados con el objetivo 15 del Marco Global de la Biodiversidad, Santander está realizando un ejercicio de evaluación del impacto y la dependencia de la biodiversidad y la naturaleza para identificar interacciones entre nuestra actividad y el medio natural. En Brasil, por ejemplo, Santander colabora en la protección de la Amazonía. Tomamos medidas como la comprobación de las solicitudes de préstamos de agricultores y ganaderos con el fin de que sus actividades no estén relacionadas con prácticas como la deforestación ilegal o la ocupación de tierras indígenas. En caso de aprobación de los recursos, esta comprobación se extiende durante toda la vida del préstamo.
En Reino Unido somos miembros fundadores de la iniciativa Net Zero With Nature, que está centrada en atraer financiación para rehabilitar los parques nacionales y prevenir de una forma natural las emisiones de carbono. El proyecto de recuperación del Cairngorms National Park, en Escocia, será financiado por el banco.
Otra muestra de nuestro compromiso con la naturaleza y la biodiversidad es Motor Verde, una iniciativa para financiar la creación de tres nuevos bosques a lo largo de más de 300 hectáreas en España. El objetivo es compensar 82 mil toneladas de CO2.
La naturaleza y la biodiversidad están en peligro. Frenar su deterioro y promover su recuperación es uno de los principales desafíos de la sociedad actual. Hacerlo significará garantizar que las generaciones futuras tengan los recursos naturales suficientes para vivir. La Tierra es de todos y el reto de protegerla, también.