Son términos clave para expresar valores económicos. Te relacionas con ellos cuando solicitas un préstamo bancario, usas tus tarjetas de crédito, recibes tu nómina o te informas sobre el crecimiento económico de los países, entre otros. Te explicamos qué es cada uno y por qué es importante conocer de qué manera te afecta.
Imagina que has guardado en tu cartera un billete de 5 euros durante diez años. En su momento, con ese dinero podrías haber comprado el periódico, tomado un café, pagado un billete en el transporte público y, tal vez, te hubiera quedado algo de cambio. Ahora, piensa en lo que podrías comprar hoy con esos 5 euros. Seguramente no te alcanzaría para lo mismo. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: el valor nominal asignado al billete es igual (5 euros), pero el valor real, es decir, lo que se puede comprar con él, no, pues los precios han subido debido a factores como la inflación.
Por definición, el valor nominal es el que se asigna a un bien sin tener en cuenta las condiciones del mercado, mientras que el valor real sí las considera. En economía, los valores nominales se miden a precios corrientes o actuales -es decir, la valoración actual que tiene el bien-, mientras que los valores reales se miden a precios constantes -se toma el valor del bien en un momento específico o año base para comparar la evolución de precios año tras año-.
Además del ejemplo anterior aplicado al dinero, la diferencia entre los valores nominales y reales también se puede hacer para hablar de otro tipo magnitudes económicas, desde tu nómina hasta el precio de una acción. Por ejemplo, aplicado a tus ingresos, si cobras 2.000 euros mensuales, esa cifra representa el valor nominal de tu sueldo, pero si la inflación del año es del 4 %, entonces el sueldo alcanza para una cesta de la compra de menor valor (2.000 euros menos el 4% es igual a 1.920): el poder adquisitivo real ha disminuido en comparación con el año base o de referencia.
Otros dos indicadores en los que es frecuente encontrar estos valores son:
Los datos que ofrecen los valores nominales y reales en la economía pueden ser muy variados e ilustrar realidades muy distintas. La próxima vez que veas estos términos en tus extractos bancarios, el informe de rentabilidad de tus inversiones o en las noticias sobre el crecimiento económico de un país, sabrás interpretarlos mejor y, si es el caso, tomar decisiones financieras más informadas.