Beneficio, provisión, ROTE… Son muchos los conceptos que se incluyen en los reportes financieros de las empresas para abordar la evolución de su actividad. Aunque con algunos estamos más familiarizados, hay otros que resultan más complejos. A continuación, repasamos los más utilizados y descubrimos en qué consisten.
Las empresas que negocian sus acciones en un mercado regulado, como -por ejemplo- el español o el de otro país de la Unión Europea, deben hacer una presentación de resultados financieros con una periodicidad establecida (generalmente trimestral / semestral). Se trata de un informe en el que se pone en conocimiento público y de forma detallada la evolución de su actividad económica, contemplando, entre otros, los ingresos, costes, rentabilidad, así como la manera en la que se produjeron dichas cifras. Esta información resulta útil para los accionistas e inversores con el fin de conocer el estado de su inversión. Por ello, te explicamos algunos de los términos más importantes.
Beneficio: es la ganancia obtenida de la actividad económica durante el ejercicio fiscal y se calcula sumando los ingresos totales y restando, posteriormente, los costes totales incluyendo gastos de explotación y provisiones por insolvencias entre otros. Es decir, se trata de la cantidad de dinero que queda tras descontar todos los gastos y los impuestos.
Beneficio atribuido: es la ganancia que es directamente atribuible a la sociedad dominante sobre la base del % de propiedad en las distintas sociedades.
BPA: significa “beneficio por acción” y es un término muy utilizado por los inversores para, como su propio nombre indica, conocer la porción de beneficio que tiene una acción y evaluar así su rendimiento. Para su cálculo, se divide el beneficio de la compañía entre el número total de acciones de la empresa.
DPA: se trata del dividendo por acción y representa la cantidad del beneficio neto de la empresa que se distribuye en forma de dividendo entre sus accionistas. Se determina dividiendo el beneficio atribuido de la compañía entre la cantidad de acciones disponibles.
Provisión: son los fondos destinados a cubrir, en caso de necesidad, posibles pérdidas en los activos (créditos morosos, por ejemplo) así como obligaciones que se puedan presentar (litigios, etc.).
TNAV: significa “recursos propios tangibles por acción” (Tangible Net Asset Value, en inglés). Es una métrica muy utilizada para medir el valor contable por acción de una empresa, una vez descontados los activos intangibles. Es útil para valorar la cantidad que cada accionista recibiría si la empresa entrara en periodo de liquidación y se vendiesen los activos tangibles de la compañía. Se calcula como la división entre recursos propios tangibles (Patrimonio neto -Activos intangibles) y el número de acciones (deducidas acciones en autocartera).
Ratio CET1: este término (medido en %) se utiliza en el sector financiero para saber el nivel de capital que tiene una entidad bancaria (solvencia económica) en proporción a sus activos ponderamos por riesgo. Significa “capital ordinario de nivel 1” (Common Equity Tier 1, en inglés) y lo componen las acciones y reservas de capital, entre otras, con el fin de garantizar que las entidades bancarias mantengan el capital suficiente para afrontar pérdidas imprevistas relacionadas con los riesgos de su cartera. En otras palabras, es el ratio para medir la salud financiera de un banco.
Ratio de eficiencia: se utiliza para calcular la productividad de una compañía y se expresa en porcentaje. Mide el nivel de recursos utilizados para generar los ingresos de explotación. Por ejemplo, si una empresa necesita gastar 45 euros para ingresar 100, entonces su ratio de eficiencia es del 45%.
ROTE: son las siglas de Return On Tangible Equity (“rentabilidad sobre fondos propios tangibles”, en español). De una forma sencilla, podemos decir que es un indicador que se utiliza para valorar la rentabilidad sobre el patrimonio tangible de una empresa.
ROE: son las siglas de Return on Equity (“rentabilidad sobre fondos propios”, en español). Mide el rendimiento que obtienen los accionistas de los fondos invertidos en una compañía y por tanto, mide la capacidad que tiene la empresa de remunerar a sus accionistas. Se calcula dividiendo el beneficio obtenido en relación al promedio de patrimonio neto.
Payout: es el porcentaje de los beneficios que se dedica al pago de los dividendos y muestra la remuneración y política de dividendo a los accionistas (dividendos/beneficio neto).