Última actualización: 20/01/2023
Seguro que el aumento de la popularidad de los sistemas de pagos digitales no ha pasado desapercibido para ti. La digitalización del mundo financiero es imparable y se espera que los pagos electrónicos sigan creciendo, algunos incluso apuntan a una sociedad sin efectivo. Pero ¿a qué se debe su éxito?
Los pagos digitales son aquellos métodos de pago que se llevan a cabo en línea, a través de medios digitales o Internet. Entre los más usados, está la tarjeta de débito o crédito, disponible no solo en formato físico, sino también en la versión virtual que puedes configurar en la app de banca online que utilizas para gestionar tus finanzas o en monederos electrónicos (los conocidos como wallets).
Otros ejemplos son los pagos móviles a través de servicios como Bizum, Todo Pago, CoDi, o aquellos con código QR. Estos últimos se utilizan a través de la app de tu entidad bancaria, puedes escanearlo en los comercios que dispongan de esta opción y elegir la forma de abonar la compra.
Tal es su éxito que es habitual escuchar sobre las sociedades sin efectivo (cashless society, en inglés). El aumento de las plataformas digitales de pago, vinculados especialmente a los comercios electrónicos y a los nuevos hábitos de consumo, hace posible que quizás estemos en camino de vivir en una sociedad sin efectivo. Es una tendencia que lleva a muchos a creer que las soluciones de pago digitales puedan desbancar al dinero en efectivo.
Esta preferencia por elegir los pagos digitales no parará de crecer en el mundo, según las previsiones de Statista. En 2017, unos 2.454,6 millones de usuarios a nivel global los usaban y en 2022 alcanzaron los 4.160,5 millones. Para 2027, se estima que serán más de 5.480 millones las personas que recurran a ellos, permitiendo una mayor inclusión financiera.
Este crecimiento se debe, en parte, a los beneficios que los pagos digitales pueden ofrecerte. En primer lugar, destaca su seguridad. Con ellos, se minimiza el riesgo de robo o falsificación de dinero. Se trata de dos problemas significativos en el caso del dinero en efectivo que disminuyen en su versión digital. En la red, los movimientos financieros como los pagos se pueden identificar con facilidad. En el caso de las empresas, también supone una ventaja porque fomentan la transparencia de las transacciones financieras.
Relacionado con el seguimiento de los pagos, gracias a la aplicación de banca digital, puedes tener un control actualizado y detallado de los gastos que vas teniendo. Esto es especialmente útil a la hora de crear presupuestos que te permitan controlar tus finanzas personales, evitando caer en un sobreendeudamiento que dañe tu salud financiera.
Además, es más rápido y cómodo. En el caso de muchos de los servicios de envío de dinero inmediato, por ejemplo, para poder pagar una cena entre dos amigos a partes iguales, solo necesitas su número de teléfono. Siguiendo unos sencillos pasos, podrás pagarle tu parte correspondiente.
Por último, se reducen los costes asociados a la fabricación del dinero. El dinero en efectivo conlleva la utilización de recursos materiales, algo que tiene un impacto negativo mayor sobre el medioambiente.
Sin duda, el sector de los pagos está en constante innovación para ofrecer a los usuarios métodos cada vez más sencillos e instantáneos. No obstante, su impacto no solo es individual, ya que también supone una opción que permite reducir la brecha social a través de la inclusión financiera: impulsa la bancarización en personas que antes no lo estaban, pudiendo gestionar mejor sus gastos y ahorros o accediendo a microcréditos.