Última actualización: 13/03/2024
La economía es una parte fundamental en la lucha contra el cambio climático, por eso debe transformarse para conseguir que el desarrollo de nuestra sociedad sea más responsable con el medioambiente. Para lograr este propósito debemos seguir transitando desde la economía lineal hacia la economía circular.
Los recursos del planeta son limitados, por lo que es primordial que tanto la ciudadanía como los gobiernos y las empresas se alineen para conseguir usar esos recursos con mayor responsabilidad. En este contexto cobra especial relevancia la economía circular, un nuevo modelo que se plantea como alternativa a la tradicional economía lineal.
¿Qué es la economía lineal?
La economía lineal es el modelo tradicional donde para fabricar productos se extraen materias primas, se produce y luego se desecha, sin tener en cuenta la huella ambiental y sus consecuencias. Este tipo de economía prioriza el beneficio económico, obviando la sostenibilidad, ya que los productos se fabrican con la finalidad de ser usados y tirados.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de economía circular?
La economía circular se fundamenta en producir con el menor impacto medioambiental posible, es decir, tiene en cuenta que su sistema de producción deje la menor huella en el planeta. Para poder llevar a cabo este modelo sostenible, la economía circular se basa en tres ejes: reducir, reutilizar y reciclar.
Este sistema se plantea como alternativa a la economía lineal, ya que en sus procesos de diseño, producción y consumo tiene como objetivo la sostenibilidad. Sus principios promueven que la fabricación de productos conlleve minimizar la energía utilizada y que esta provenga de fuentes renovables, el uso de materias primas no contaminantes, que la vida útil no sea limitada, la posibilidad de reparación y que sean reciclables.
De esta forma podríamos indicar que las diferencias fundamentales entre la economía lineal y la circular es que la primera pone el foco en la rentabilidad sin preocuparse por el ciclo de vida del producto y la segunda apuesta por la sostenibilidad.
¿Cómo la economía circular puede influir en la competitividad empresarial?
La apuesta por la economía circular podría incrementar la competitividad empresarial, impulsar la innovación, el crecimiento económico y crear empleo mediante la aparición de nuevos perfiles profesionales. Según la Comisión Europea, se prevé la creación de 700.000 nuevos puestos de trabajo durante los próximos seis años, llegando a aumentar el PIB de la Unión Europea en un 0,5% adicional.
Muchas empresas ya conocen los beneficios económicos, sociales y medioambientales que conlleva este enfoque circular. Llevan años trabajando en estrategias que van desde el ecodiseño y reutilización de materiales en la fabricación hasta modelos de negocio basados en la circularidad.
¿Cómo contribuye Santander a la economía circular?
En Santander desarrollamos iniciativas que buscan reducir nuestro impacto medioambiental. En países como España, Polonia, Portugal y Reino Unido reciclamos las tarjetas de débito y crédito caducadas y las convertimos en mobiliario urbano que es donado a distintas instituciones públicas.
Así, durante 2023, se reciclaron 485.155 tarjetas y dimos una segunda vida a 2,4 toneladas de plástico. Gracias a este proyecto, Santander ahorró en España el año pasado más de 22 toneladas de plástico de un solo uso y 360 toneladas de CO2 equivalente por la emisión de más de 4,5 millones de tarjetas de materiales sostenibles.
También en 2023, AENOR renovó el certificado de Residuo Cero a nuestra sede corporativa, la Ciudad Financiera Grupo Santander, obteniendo una valoración del 98,8%. Un porcentaje de residuos que se destina a operaciones de valorización y que, por tanto, evitan el vertedero.
Santander se convirtió en 2019 en la primera entidad financiera en España en obtener este certificado de Residuo Cero. Un reconocimiento que muestra nuestra clara apuesta por la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y nuestra contribución a la economía circular.