Última actualización: 12/11/2020

Hace tiempo que la sociedad comenzó a utilizar nuevos métodos de pago. La pandemia global de coronavirus ha incrementado su uso a la vez que ha propiciado la digitalización del dinero. Francisco D'Souza, Senior Advisor de Banco Santander, cuenta las claves de este proceso a través de los conceptos de ‘dinero rápido’ y ‘dinero lento’, durante su intervención en la Conferencia Internacional de Banca 2020.
 

¿Qué es el dinero? Es una representación de valor que se basa en la confianza. Su relación más importante es con las personas, pues son los protagonistas de todas las acciones que se pueden llevar a cabo con él. En este aspecto, Francisco D'Souza, Senior Advisor de Banco Santander, considera importante distinguir entre dos categorías: el ‘dinero rápido’ y el ‘dinero lento’. 

¿En qué consiste cada una de ellas? El concepto ‘dinero rápido’ hace referencia a aquel que se emplea en los gastos cotidianos como puede ser el pago de facturas, la compra de alimentos, etc.  El ‘dinero lento’, por su parte, es aquel que hace referencia al largo plazo, y se da en forma de hipotecas, inversiones o seguros de vida, entre otros.

Para D'Souza es clave hacer una distinción entre las emociones que llevan a emplear un dinero u otro, tal y como señaló durante su intervención en la Conferencia Internacional de Banca 2020. 

¿Cómo digitalizamos el ‘dinero rápido’ y el ‘dinero lento’?

La comodidad es fundamental para realizar pagos con ‘dinero rápido’ en el día a día, como subraya D'Souza. El auge de la digitalización, acelerada por la pandemia global de la covid-19, ha contribuido al nacimiento de nuevos métodos de pago pensados, principalmente, para transacciones protagonizadas por este tipo de capital de una forma ágil y sencilla. Como consecuencia de ello, durante el actual proceso de digitalización, el ‘dinero rápido’ se convertirá en algo inmediato, es decir, la transacción será instantánea, e incluso D'Souza reflexiona sobre si a la hora de comprar algo, será incluso viable pedir un préstamo en ese mismo instante. 

La digitalización del ‘dinero lento’, por su parte, experimenta un proceso diferente puesto que en este modelo intervienen emociones tales como la confianza, la credibilidad en la marca y en las instituciones, entre otros, y además, hace referencia a transacciones a largo plazo, según el experto. 

Sin embargo, la digitalización de ambos tipos de dinero es algo generalizado que afecta a todas las personas y empresas. Por ello, una de las conclusiones de los expertos, durante Conferencia Internacional de Banca 2020, reside en la necesidad común de pensar en sistemas específicos y en nuevos métodos de pago para que todos puedan formar parte de la economía digital. Este es nuestro objetivo en Santander, pues como entidad trabajamos para contribuir al progreso de la sociedad en su conjunto.