Estudiar, hablar con amigos, ver videos o jugar online son algunas de las actividades que forman parte del día a día de los niños y jóvenes en internet. Sin embargo, podrían bajar la guardia al sentirse tan familiarizados con el entorno digital. A continuación, te contamos cómo puedes ayudarles a disfrutar de sus vidas digitales de una manera más segura.

Normalmente, la legislación de los países establece límites para evitar que los menores puedan acceder a información que no es apropiada para su edad. Restringir el horario de difusión de ciertos contenidos en medios de comunicación como la radio o la televisión es uno de los métodos más tradicionales. Pero en el mundo digital, no siempre resulta sencillo controlar el acceso de niños y adolescentes a páginas o aplicaciones no aptas para su edad.

El control parental es una alternativa que permite controlar qué hacen los pequeños cuando están en línea, cuánto tiempo pasan frente a las pantallas, con quién hablan, entre otras opciones. Y es más sencillo de lo que parece. Se trata de una herramienta que puede venir incorporada de fábrica o que es posible instalar como aplicación y que, generalmente, se puede utilizar para administrar el uso de los dispositivos electrónicos, permitiendo opciones como:

Adicionalmente, es habitual que las propias redes sociales o las diferentes plataformas de contenidos en streaming (juegos, películas, música, libros, etc.) proporcionen algunas funciones para controlar y configurar las opciones de privacidad. En este sentido, es importante que los perfiles utilizados por los menores únicamente sean visibles para las personas que los conocen. De lo contrario, su información estaría al alcance de terceros que la podrían utilizar con fines malintencionados.

También es recomendable revisar o actualizar la configuración de privacidad y seguridad cada vez que haya un dispositivo nuevo en casa, y antes de que los niños y adolescentes empiecen a utilizar las aplicaciones o introduzcan sus credenciales. Generalmente, estas opciones las puedes encontrar en el propio menú de los aparatos electrónicos, de las aplicaciones o las plataformas, aunque también es posible encontrar las instrucciones para hacerlo en internet.

Además, mantener el software y las aplicaciones actualizadas con las últimas versiones es una forma de corregir posibles fallos o vulnerabilidades en materia de seguridad y que pueden afectar a los dispositivos. Descargar aplicaciones, juegos y contenido en general de tiendas oficiales y debidamente identificadas también ayuda a evitar la entrada de virus o programas malignos (malware).

Elegir contraseñas que incluyan caracteres especiales, sean lo suficientemente largas y que no se utilicen en otras cuentas, así como utilizar el control de acceso por medio de la autenticación multifactor (MFA, por sus siglas en inglés), como el reconocimiento facial o huella dactilar ayudan a mantener a salvo tanto los dispositivos como los datos de los usuarios.

Como has visto, aunque para las nuevas generaciones los dispositivos electrónicos con acceso a internet forman parte de su vida diaria, las aplicaciones y herramientas para ayudarles a gestionarlos adecuadamente son imprescindibles para velar por su seguridad. Así, mientras que los niños y jóvenes juegan, aprenden y comparten en la red, tú puedes disfrutar de una mayor tranquilidad.