La digitalización de los servicios financieros ha supuesto una serie de avances en muchos ámbitos. Uno de ellos ha sido el progreso logrado en la inclusión financiera gracias a una mayor accesibilidad y uso de productos y servicios a través de la banca digital, desde los pagos hasta el ahorro. Así lo refleja el Banco Mundial, en el último informe Global Findex con datos sobre el empleo de servicios financieros hasta 2021.

La base de datos Global Findex del Banco Mundial sobre el acceso mundial a servicios financieros, desde formas de pago hasta cuentas de ahorros y financiación, es considerada una de los más importantes sobre inclusión financiera internacionalmente. Se trata de una encuesta que se realiza cada tres años desde 2011 y cuantifica la titularidad de cuentas bancarias en todo el mundo. La última edición, el Global Findex 2021, creada a partir de una muestra de unos 128.000 adultos en 123 países, contiene indicadores actualizados sobre el acceso y el uso de los servicios financieros formales e informales y los pagos digitales.

2011-2021
+50%

adultos con cuentas bancarias

2011-2021
+50%

adultos con cuentas bancarias

Las conclusiones del Global Findex 2021 son, en su conjunto, positivas. En la última década, entre 2011 y 2021, el total de adultos que poseen una cuenta bancaria en una institución financiera o por medio de un proveedor de dinero móvil ha crecido del 51% al 76% (un incremento de un 50 % en esos 10 años). En particular, en las economías en desarrollo, el aumento en la titularidad de cuentas ha sido de unos 30 puntos porcentuales, del 42% en 2011 al 71% en 2021, siendo la digitalización el principal factor para este crecimiento.

Entre los diferentes temas que recoge el informe están el del impacto del uso del móvil para los pagos en la inclusión financiera; la equidad en África y en otras economías en vía de desarrollo; cómo ha influido la COVID-19 en los cambios de los patrones de uso en las finanzas, especialmente en los pagos digitales; y nuevos datos sobre resiliencia financiera o sobre las políticas y productos que, bien diseñados, pueden ayudar a cerrar las brechas pendientes en la inclusión y el uso de recursos bancarios.

La inclusión financiera es un elemento esencial para el desarrollo de las economías de estos países. Permite mayores inversiones y creación de empresas, aumentar el control y seguridad sobre el dinero, reducir tarifas y ayudar a los hogares a hacer frente a las crisis dándoles un acceso a herramientas de ahorro y seguros.

El Global Findex 2021 destaca tres mensajes clave extraídos a partir de los datos:

Los servicios financieros digitales como el dinero móvil, las tarjetas, las billeteras electrónicas y los pagos directos de cuenta a cuenta, han impulsado un enorme crecimiento en la propiedad y el uso de cuentas en todo el mundo.

En promedio, en las economías en desarrollo, la brecha entre hombres y mujeres en la propiedad de cuentas se redujo a seis puntos porcentuales por primera vez en la última década.

Durante la pandemia, los pagos digitales ayudaron a los gobiernos a transferir dinero a quienes más lo necesitaban, apoyaron a los consumidores cuando no era posible usar efectivo y se convirtieron en un salvavidas para muchas pequeñas empresas.

El futuro pasa, sin lugar a duda, por atajar los retos que quedan pendientes y alcanzar a los, aproximadamente, 1.400 millones de adultos en todo el mundo que aún carecen de una cuenta financiera. Para ello, según los expertos del Banco Mundial, hay que aprovechar la actual tendencia de digitalización de los pagos ya que, a nivel global, aún un tercio de los adultos que reciben algún tipo de pago de sus propios gobiernos lo hacen bien con dinero en efectivo o con algún método que no es directamente un ingreso en cuenta.

DESDE 2019
11,8 millones

de personas empoderadas financieramente

DESDE 2019
11,8 millones

de personas empoderadas financieramente

La inclusión financiera en Santander

La inclusión financiera ocupa un lugar destacado como facilitadora de otros objetivos de la Agenda 2030, donde figura como meta en ocho de los diecisiete objetivos, y es una de las prioridades de la banca responsable de Santander. Queremos ayudar a abordar los retos de inclusión financiera de los mercados en los que tenemos presencia. En Latinoamérica, nuestro principal objetivo es garantizar a las personas el acceso al sistema financiero. En mercados maduros, buscamos garantizar que nadie se vea obligado a abandonarlo.

Este año hemos anunciado que aumentamos nuestro objetivo de inclusión financiera en cinco millones de personas a través de iniciativas de acceso, financiación y educación financiera para el periodo 2023-2025, hasta los 15 millones de personas.  Desde 2019, hemos logrado empoderar financieramente a 11,8 millones de personas en 4 años, más de 1,1 millones de mujeres emprendedoras entre ellas, superando la meta que se había fijado en 2019, través de las iniciativas y medidas de inclusión financiera, en los distintos países en los que operamos.

Nuestro compromiso es seguir trabajando en con ese objetivo. Las iniciativas de inclusión financiera suponen una oportunidad para extender los servicios del banco a los colectivos más desfavorecidos.  Como dice el informe, la evidencia demuestra que los hogares y negocios con acceso a servicios financieros están mejor preparados para enfrentar situaciones de crisis financieras que aquellos que no cuentan con dicho acceso.

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