Inicialmente, 50 motos permitirán que se dejen de emitir cerca de 20 t de CO2 por año a la atmósfera, acción que refuerza los principios de sostenibilidad del banco.
Los vehículos y sus cascos se cogerán y devolverán en la aplicación de Riba Motos y su uso compartido está disponible para clientes y no clientes de Santander.
São Paulo, 24 de enero de 2022
Santander Brasil va a patrocinar un proyecto pionero para compartir motos eléctricas en São Paulo. A partir del 25 de enero, 50 scooters de la firma Riba se distribuirán por puntos estratégicos de la zona sur de la capital. El servicio está disponible para clientes y no clientes de la institución financiera. La iniciativa, que debe ampliarse en el futuro, refuerza los principios de sostenibilidad del banco para la movilidad urbana. En un año, los vehículos permitirán que se dejen de expulsar cerca de 20 toneladas de gas carbónico a la atmósfera.
El área donde se van a compartir las motos, en este primer momento, se limitará a la zona que se localiza entre los barrios de Campo Belo, Vila Olímpia, Itaim Bibi, Jardim Paulistano, Jardim Paulista y Cerqueira César. Los vehículos estarán disponibles todos los días de 6:00 a 23:00 y se podrán estacionar en cualquier zona pública reservada a motos.
«Santander se centra cada vez más en proyectos que intentan mejorar la vida en grandes centros urbanos. Es el caso de nuestra colaboración con las motos eléctricas para compartir, las cuales, además de ayudar a la movilidad por ser un medio de transporte accesible para la población, mejoran el aire que respiramos», dice Carolina Learth, responsable del área de Sostenibilidad de Santander Brasil. Además de no emitir gas carbónico, las motos eléctricas no producen ruido, lo que contribuye a disminuir la contaminación acústica de la ciudad.
En la aplicación de Riba es posible coger una moto para su uso mediante una tarjeta de crédito válida. La devolución también se realiza a través de la aplicación. Los vehículos cuentan con seguro de accidentes, se rastrean en tiempo real y no superan la velocidad de 50 km/h. Es obligatorio usar casco, así como ser mayor de edad y poseer el carné de conducir de la categoría A. La empresa es la responsable del cambio de las baterías y del mantenimiento.
El coste del alquiler será de 5,90 R$ los primeros 10 minutos y de 0,75 R$ por minuto adicional. En un simulacro, la empresa calculó, para un mismo trayecto, un coste de 22,80 R$ si lo hacemos en coche y de 9,65 R$ con las motos eléctricas. En transporte público, el coste sería de 4,40 R$, pero el tiempo necesario superaría por lo menos cuatro veces al estimado con los vehículos de Riba.
Esta es la segunda colaboración de Santander con Riba. En agosto del año pasado, el banco financió 36 motos eléctricas de la compañía en un proyecto piloto de la red de pizzerías Domino’s. Los repartidores de la franquicia usan las motos en sus entregas en Sao Paulo. Santander también cuenta con una línea de financiación para las personas interesadas en adquirir los diversos modelos de motos eléctricas de la marca.