Rodolfo Hernández Sada

13/01/2025
Ana Paula Vescovi
Directora de Macroeconomía en Santander Brasil

El atractivo de Brasil para la inversión en el ámbito de la transición energética y la electrificación de vehículos es cada vez mayor.

El programa de reformas estratégicas del país avanza con la histórica revisión de la tributación de bienes y servicios, un nuevo régimen fiscal. Este sistema promete simplificación e introduce un innovador sistema electrónico de recaudación.

Comercio de créditos de carbono

Otro hito que marcará el rumbo de 2025 es la aprobación del mercado regulado de carbono en Brasil al crear una estructura legal para el comercio de créditos de carbono. Este desarrollo no solo avanza en la agenda climática y económica, también alienta a las empresas a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Promueve innovaciones en tecnologías sostenibles y aprovecha la gran capacidad de Brasil para generar créditos de carbono de alta calidad y a precios competitivos.

Resiliencia frente a la posible desaceleración

La actividad económica seguirá siendo resiliente, impulsada por la demanda interna y la producción agrícola. Se espera una desaceleración del crecimiento del PIB, aunque el consumo privado seguirá jugando un importante papel. El sector agrícola está listo para un nuevo año récord, con la cosecha de cereales proyectada para superar la producción de 2023 en un 5,8%, alcanzando los 311 millones de toneladas.

El mercado laboral continúa fortaleciéndose, con tasas de desempleo que se espera que sigan cayendo y lleguen a un nuevo mínimo histórico de alrededor del 6% en el primer semestre del año. Este buen desempeño se puede atribuir al impacto tanto de los efectos de la reforma laboral de 2017 como de las nuevas formas de trabajo parcial e intermitente, así como a las fuertes medidas de estímulo fiscal.

Las inversiones en sectores clave como el de saneamiento, logística y producción de petróleo seguirán con una tendencia ascendente, impulsada por las recientes reformas del marco regulatorio. La transición ecológica sigue siendo estratégicamente importante.

Presiones inflacionarias, deuda creciente y una política monetaria restrictiva

Es probable que la ausencia de mucha capacidad ociosa aumente las presiones inflacionarias, lo que podría forzar un endurecimiento de la política monetaria. El sector bancario se enfrentará a desafíos en la transición de la regulación bancaria al estándar IFRS9, normativa internacional que regula la clasificación, medición y crecimiento de los instrumentos financieros, lo que tendrá implicaciones significativas para las reglas de clasificación de riesgos y, en consecuencia, las provisiones.

Estos factores, combinados con las altas tasas de interés, pueden ejercer presión sobre el costo del capital y amortiguar el apetito de nuevos préstamos.

Varios factores contribuirán a una desaceleración de la actividad económica a lo largo del año. La elevada y creciente deuda pública sigue siendo motivo de preocupación y los mercados financieros pueden enfrentar volatilidad a medida que disminuya el margen político para aprobar medidas para controlar el crecimiento del gasto público.

Es probable que la aversión al riesgo en los mercados internos someta al real brasileño.