Los líderes empresariales deben diseñar estrategias de internacionalización sólidas y flexibles que les permitan proteger sus operaciones frente a los cambios, en un mundo en rápida transformación y con crecientes tensiones geopolíticas. Reevaluar y reforzar las relaciones clave con proveedores y clientes se vuelve crucial para que las compañías puedan escalar con éxito en mercados globales altamente competitivos.

Expandirse a otros mercados es una de las mejores formas de blindarse frente a los movimientos tectónicos provocados por los cambios geopolíticos actuales, que no tienen precedentes en décadas.

Para los líderes empresariales de casi todos los sectores, uno de los grandes desafíos es cómo hacer crecer su negocio a escala global adaptándose a las diferencias clave de capacidades y fortalezas en cada mercado.

Los CEO deben preguntarse si su huella global actual —fábricas, centros de servicio, socios de la cadena de suministro y canales de comercialización— es lo suficientemente sólida y flexible como para adaptarse a las amenazas y oportunidades derivadas de los cambios en los patrones del comercio internacional.

Este enfoque estratégico es fundamental tanto para las empresas que operan principalmente dentro de sus fronteras regionales como para aquellas que ya tienen una presencia global más amplia.

Expandirse a otros mercados es una de las mejores formas de blindarse frente a los movimientos tectónicos provocados por los cambios geopolíticos actuales, que no tienen precedentes en décadas. La apertura a nuevos mercados puede tener un impacto significativo en los resultados financieros y por eso los líderes con visión deben reevaluar realidades comerciales como los costes de producción y venta, así como el comportamiento del consumidor.

+90% de los líderes

empresariales están priorizando la regionalización

+90% de los líderes

empresariales están priorizando la regionalización

Una encuesta del Foro Económico Mundial reveló que más del 90% de los líderes empresariales están priorizando la regionalización. Este y otros estudios similares reflejan la necesidad de que las empresas se acerquen a sus clientes, adoptando el enfoque estratégico que mejor se alinee con sus objetivos comerciales.

Esta tendencia hacia el nearshoring es global y ya ha supuesto beneficios significativos para países considerados como destinos atractivos para la inversión, gracias a su buena infraestructura y fuerza laboral cualificada, especialmente en competencias digitales.

En Europa, por ejemplo, Polonia se ha ganado una sólida reputación en desarrollo de software y externalización de servicios tecnológicos, convirtiéndose en el destino preferido de nearshoring para muchas empresas europeas, según datos de Statista. Latinoamérica también ha salido ganando. Durante la última reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo destacó nuevas oportunidades en servicios, minerales críticos y cadenas de suministro fiables en sectores como salud y semiconductores.

Yann Louvrier, responsable global de Multinacionales

En Estados Unidos, muchas empresas han empezado a reforzar su capacidad de fabricación local, y es previsible que cada vez más multinacionales trasladen su producción para atender directamente al mercado estadounidense.

La próxima oleada de internacionalización no se limitará a grandes corporaciones. En Santander, hablamos cada día con empresas medianas que también están explorando sus opciones. Nuestra misión es ayudarlas a cumplir sus ambiciones, y resulta fascinante observar las múltiples formas en que los CEO movilizan sus recursos humanos y financieros para que su salir al exterior sea un éxito.

Aunque no hay dos empresas iguales, existen ciertas estrategias ganadoras que han demostrado ser clave. La primera, y más importante, es tener absoluta claridad sobre lo que se pretende lograr al desarrollar una presencia internacional. Recientemente hablé con un cliente que tiene cuatro líneas de negocio, tres de ellas internacionales, y fue capaz de explicarme en 15 minutos qué quiere hacer fuera y cómo cada área contribuye al plan general.

Aunque no hay dos empresas iguales, existen ciertas estrategias ganadoras que han demostrado ser clave.

La segunda es comprender realmente los países en los que se opera: conocer su cultura empresarial y tener presente el contexto político y económico. A la hora de tomar decisiones, los CEO deben asumir que la incertidumbre es parte ineludible del proceso de internacionalización. La nueva realidad es que evaluar los riesgos es ahora más difícil que hace una década… pero también más importante.

Nosotros operamos en países que históricamente han atraído mucha inversión y compartimos nuestro conocimiento con los clientes. Tenemos vínculos estrechos con autoridades locales y con los profesionales —contables, consultores y abogados— que ayudan a entender lo que se necesita para crecer internacionalmente.

La evaluación de los riesgos de invertir en un país suele llevar a considerar diferentes estrategias de entrada. Alquilar oficinas, contratar personal y asumir gastos de capital locales son decisiones importantes, especialmente para las empresas medianas.

Por eso, muchas organizaciones optan por poner equipos pequeños de desarrollo de negocio sobre el terreno para buscar un cliente ancla que garantice los primeros ingresos y dé soporte financiero a una expansión más amplia.

Sea cual sea el camino elegido, el éxito depende de la capacidad para explotar una ventaja competitiva basada en la innovación en el país de origen. Las empresas que lo logran no dan marcha atrás.