¿Alguna vez has necesitado un último empujón para realizar algo que llevabas tiempo pensando? ¿Un cambio de trabajo, una dieta, ir al gimnasio? La Teoría del Empujón surgió en 2008 de la mano del economista Richard Thaler para “empujar” a las personas a tomar aquellas decisiones, que cuestan esfuerzo, pero que nos pueden beneficiar a largo plazo.


Muchas de nuestras decisiones se basan en elegir entre dos opciones: ¿Ceno pizza o ensalada? ¿Cambio de trabajo para poder progresar o continúo en el actual? ¿Contrato una cuenta ahorro a plazo fijo o no? Ante dichos dilemas, la Teoría del Empujón afirma que las persones solemos elegir la opción más fácil por encima de la más adecuada para nosotros. Por ello, para hacer lo que es más conveniente, necesitamos “un empujón”.

¿Y cómo nos pueden dar ese “empujón”? Pongamos un ejemplo: sabemos que queremos ahorrar cada mes una cantidad concreta de nuestro salario, y sabemos que es lo más conveniente para nosotros, pero no nos resulta nada fácil, por lo que para llevarlo a cabo, necesitamos un “empujón”. ¿Y si le decimos a nuestra entidad bancaria que de forma automática cada mes transfiera el 20% de nuestro sueldo a una cuenta ahorro? Así, será nuestro banco el que nos dé el empujón que necesitamos mes a mes.


La teoría de Richard Thaler

En 2008, el economista Richard Thaler desarrolló esta teoría. Para él, el concepto “empujar”, en el marco de su planteamiento, consiste en ayudar a que las personas tengamos un mejor autocontrol a la hora de tomar una decisión, concretamente, las relacionadas con el manejo de nuestras finanzas. En muchas ocasiones, la falta de tiempo para reflexionar, las costumbres personales o una falta de análisis de la situación, y sus factores, nos pueden llevar a elegir la opción menos correcta. Así, la Teoría del Empujón propone colocar al alcance de nuestra mano pequeños estímulos o “empujones” que nos guíen hacia la decisión que más nos beneficia a largo plazo. 

El objetivo último de Thaler cuando desarrolló esta premisa era incentivar el pago de impuestos entre la población. Sin embargo, su teoría, y la enorme repercusión que obtuvo con ella, sentaron las bases de la economía familiar de toda una generación, sobre todo, en los países anglosajones, llegando a suponer incluso una importante aportación a la economía conductual, que es aquella que explica por qué hacemos con el dinero todo lo que hacemos. Como resultado de todo esto, Thaler ganó el premio Nobel de Economía en 2017.

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