Esta semana se ha celebrado el encuentro anual del Instituto de Finanzas Internacionales (International Institute of Finance, IIF), en Marrakech (Marruecos), que ha congregado a representantes del sector financiero mundial. La presidenta del consejo del IIF, Ana Botín, inauguró el acto con una conversación sobre algunos de los importantes retos a los que se enfrenta la sociedad junto al director general del IIF, Tim Adams. 

La Asamblea Anual de Miembros del IIF es un acontecimiento clave en el calendario financiero. Ofrece una plataforma donde gobernadores de bancos centrales, líderes financieros y económicos debaten algunos de los temas más acuciantes del sector: desde el endurecimiento de las condiciones monetarias, o las turbulencias de los mercados, hasta la mejor forma en que el sector financiero puede apoyar el crecimiento sostenible.

Como el principal organismo global que representa al sector, el IIF aglutina a más de 400 instituciones financieras de más de 60 países del mundo. La presidenta ejecutiva del Grupo Santander, Ana Botín, preside el IIF desde principios de este año cuando se convirtió en la primera mujer al mando de la organización en sus 40 años de historia. 

La reunión, de tres días bajo el título "Construir resiliencia en medio de las turbulencias y transformaciones", contó con ponentes como el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos; el Gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, la comisaria europea de Servicios Financieros, Mairead McGuinness; y el miembro del Banco Central Europeo, Francois Villeroy de Galhau.

El evento se inauguró con una conversación entre Ana Botín y Tim Adams, presidente y consejero delegado del IIF. Durante su intervención, la presidenta ejecutiva del Grupo Santander reflexionó sobre la necesidad de estimular el crecimiento para poder abordar los principales desafíos. Tal y como afirmó Botín: "nuestra sociedad se enfrenta a varios retos importantes: desde el cambio climático hasta el envejecimiento demográfico y el creciente endeudamiento del sector público. Lo que tienen en común es la necesidad de crecimiento económico, ya que sin él no podremos afrontar los desafíos de forma sostenible. Esto requiere una movilización colectiva de los gobiernos, los reguladores y el sector privado para estimular el crecimiento sostenible. Y el sector de los servicios financieros tiene un papel fundamental que desempeñar para apoyar la inversión necesaria".

El IIF ha publicado recientemente "The Role of The Financial Sector in the Net Zero Transition: Assessing Implications for Policy, Supervision and Market Frameworks (El papel del sector financiero en la transición a Net Zero: evaluación de las implicaciones para las políticas, la supervisión y los marcos y estándares de mercado)”, un informe sobre el papel del sistema financiero en la transición verde. Entre sus recomendaciones incluye la necesidad de políticas favorables al crecimiento, tanto a nivel nacional como mundial, para apoyar la descarbonización y permitir la transición de toda la economía. 

En relación a la transición verde, Ana Botín declaró que "tenemos que ayudar a las empresas que son ‘marrones’ en su transición a ser 'verdes'. Un planteamiento único corre el riesgo de socavar el crecimiento y, con él, la transición a un modelo económico más verde. Por supuesto, hay mucha necesidad de inversiones verdes, pero la necesidad mayor es apoyar la transición de lo ‘marrón’ a lo ‘verde’".

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