Última actualización: 07/10/2022
Esta combinación de números y letras, que puede tener entre ocho y once caracteres, es clave para que las entidades bancarias se puedan comunicar. Su significado, qué información lo compone, cómo funciona o dónde lo podemos encontrar son algunas de las preguntas que te ayudamos a resolver a continuación.
También conocido como BIC (Bank Identifier Code, en inglés), el código SWIFT es una abreviatura en inglés que corresponde a las letras iniciales de Society for World Interbank Financial Telecommunication (Sociedad de Telecomunicación Financiera Interbancaria Mundial), una organización fundada en 1973 en Bruselas, Bélgica, con el fin de que el sistema bancario internacional se pudiera comunicar entre sí. Es decir, que los bancos pudieran ordenar y recibir transferencias más allá de sus fronteras, utilizando una misma plataforma de mensajería, un lenguaje común y un sistema informático único que validara la información relacionada con pagos internacionales, tesorería, mercado de divisas (FX), trade finance y custodia.
Actualmente, SWIFT es una cooperativa de sociedades financieras que presta servicios de mensajería cifrada a los más de 11.000 socios que la componen.
¿Por qué es importante el código SWIFT?
Como ya hemos explicado anteriormente, se trata de un protocolo que sirve para que las entidades financieras se comuniquen entre sí a la hora de realizar transferencias internacionales, entre otros servicios. Sin dicho protocolo, sería más complejo que las grandes compañías, las pymes, autónomos o los usuarios particulares pudieran ordenar y recibir dinero desde otros países en sus cuentas bancarias.
Por ejemplo, si una persona que vive en España quiere enviar fondos a un familiar que reside en México, necesitará identificar al banco de destino a través del código SWIFT, además de datos básicos como el nombre, dirección y número de cuenta del destinatario para que la operación se pueda realizar.
Otro de los aspectos importantes del código SWIFT tiene que ver con la seguridad en las transacciones, debido a la nomenclatura y cifrado que utiliza para validar y comprobar la autenticidad de los movimientos. También destaca la rapidez de las operaciones, pues, al contrario de lo que sucedía en el pasado, ahora es posible procesar un gran porcentaje de las transferencias internacionales en menos de 30 minutos y la mayoría en el mismo día, gracias a nuevos estándares como SWIFT gpi (Global Payment Initiative) que incorpora más velocidad y transparencia al tratamiento de los pagos.
¿Cómo es el código SWIFT?
Cada entidad bancaria tiene un código SWIFT exclusivo que le sirve para identificarse, y que por lo general está conformado por 11 caracteres divididos en cuatro grupos: el primero son cuatro letras que corresponden al código asignado al banco; el segundo son dos letras que identifican al país; el tercero son dos letras que indican la localidad donde se ubica la entidad; y el cuarto, que es opcional, son tres dígitos que precisan la oficina de destino.
En el ejemplo anterior, sobre el código SWIFT de Santander, ‘BSCH’ es el identificador del banco, ‘ES’ corresponde a España, ‘MM’ es por Madrid, y ‘XXX’ indica que la oficina realiza la liquidación de forma centralizada.
¿Cuál es la diferencia entre el código SWIFT y el IBAN?
Una duda recurrente tiene que ver con la diferencia entre el código SWIFT y el IBAN, pero la respuesta es muy sencilla. Mientras que el primero sirve para identificar al banco, el segundo sirve para identificar a la cuenta. De ahí el significado de sus siglas: Código Internacional de Cuenta Bancaria -International Bank Account Number, en inglés-.
El IBAN sirve para validar una cuenta bancaria en cualquier parte del mundo, pues a cada cuenta le pertenece un código exclusivo, conformado por hasta 34 caracteres (números y letras) que ofrece información sobre el país, la entidad, la oficina, así como el propio número de la cuenta bancaria.
¿Cómo saber el código SWIFT de mi banco?
Generalmente, conocer el código SWIFT de nuestro banco es muy sencillo. La mayoría de entidades lo tienen disponible entre los datos de la cuenta y se puede consultar en las aplicaciones móviles, la página web, los extractos bancarios o solicitándola directamente en la sucursal bancaria.
En Internet existen páginas en las que es posible obtener el código SWIFT/BIC o, incluso, el IBAN de una cuenta bancaria. Basta con ingresar el número convencional de la cuenta que se quiere consultar y una calculadora se encarga de arrojar el código solicitado. Es el caso, por ejemplo, de la web comercial de Banco Santander en España o de Reino Unido, que cuenta con dicha herramienta.