Los bancos [en Europa] han logrado superar dos eventos “cisne negro” en dos años, algo que pone de relieve su resistencia. Sin embargo, su papel en la economía continúa siendo erosionado por los nuevos operadores, como las fintechs, las grandes tecnológicas y el capital riesgo que disfrutan de una regulación más laxa. En algunas jurisdicciones, los marcos de cero emisiones netas ya están planteando nuevas exigencias a los bancos en términos de crédito, cumplimiento, divulgación y capital. ¿Podría mejorarse el régimen regulatorio posterior a la crisis financiera global para garantizar un sistema financiero mejor posicionado para impulsar el crecimiento económico?