Unión Europea: Cambiar para sobrevivir
Mario Draghi presentó ante el parlamento europeo su esperado informe sobre “El futuro de la competitividad de Europa”. Europa tendrá que ser más productiva para impulsar y mantener el crecimiento económico, teniendo en cuenta que los factores demográficos no ayudarán en adelante (falta de crecimiento poblacional y menor fuerza laboral). Para preservar los altos niveles de inclusión social, digitalizar y descarbonizar la economía y aumentar la relevancia geopolítica, harán falta cuantiosas inversiones y avanzar hacia una mayor integración europea. El informe estima que será necesario aumentar la inversión anual en la Unión Europea entre 750-800 mil millones de euros, equivalente al 4,4-4,7% del PIB de la UE en 2023. Se trata de un desafío existencial.
Aspectos destacados del informe:
El informe, que aporta más de 170 medidas concretas en diferentes sectores estratégicos, propone una nueva estrategia industrial para Europa centrada en tres áreas prioritarias para mejorar la competitividad y asegurar un crecimiento sostenible:
- Cerrar la brecha de innovación, especialmente en tecnologías avanzadas: Europa va rezagada frente EE.UU. y China. Varios datos ilustran esta situación de partida, por ejemplo: solo cuatro de las cincuenta compañías tecnológicas más relevantes a nivel mundial son europeas, el gasto en I+D es muy inferior al de EE. UU (en 2021, las empresas europeas invirtieron 270 mil millones de euros menos que las estadounidenses) y numerosos emprendedores europeos acaban buscando financiación y ganando escala en el mercado americano. Se proponen diversas medidas para favorecer la innovación disruptiva, por ejemplo: la creación de una agencia europea especializada que promueva y financie este tipo de innovación, incentivos para los Business angels y capital riesgo, una participación más activa del Banco Europeo de Inversiones, un mayor gasto en I+D a nivel conjunto europeo, una serie de medidas para mejorar las habilidades de los trabajadores en un modelo de formación permanente… La integración vertical de la IA en la industria será clave para incrementar la productividad en el futuro, teniendo en cuenta que el sector tecnológico explica en gran parte el gap actual de productividad con EE.UU.
- Descarbonización y competitividad de la economía: los precios de la electricidad y del gas en Europa son de 2 a 5 veces más altos que en EE.UU. Para que la descarbonización sea una fuente de crecimiento, es esencial que Europa desarrolle un plan coordinado que abarque tanto a las industrias productoras de energía como a las que son grandes consumidoras. Las políticas climáticas tendrían que estar alineadas con las políticas industriales.
- Aumentar la seguridad y reducir dependencias: El gasto agregado en defensa de la UE es actualmente un tercio del de Estados Unidos. La actual industria de defensa europea está demasiado fragmentada. Por ejemplo, en Europa se utilizan doce tipos diferentes de carros de combate, mientras que Estados Unidos produce sólo uno. La cooperación debe incrementarse con inversiones y compras conjuntas y con una auténtica “política económica exterior” de la UE que aumente la autonomía estratégica y la seguridad económica para ser menos susceptibles a la coerción económica de terceros países.
Esta nueva estrategia industrial se asentará en diversos aspectos clave sin los cuales no tendrá éxito, como, por ejemplo:
- Implementación Completa del Mercado Único: sin la cual no será posible que las empresas innovadoras ganen escala para competir a nivel mundial, ni crear un mercado común de energía que reduzca los precios y por último, tampoco será posible movilizar la financiación privada necesaria para transformar la economía la financiación y la reducción de la carga regulatoria.
- Financiación: será necesario aumentar la inversión anual en la Unión Europea entre 750-800 mil millones de euros, equivalente al 4,4-4,7% del PIB de la UE. Hará falta inversión pública y privada e incrementar al mismo tiempo la productividad para que no haya restricciones de gasto público. Para ello será esencial integrar los mercados de capitales europeos para canalizar mejor los elevados ahorros de los hogares hacia inversiones productivas (reforzando el papel de los fondos de pensiones que inviertan a largo plazo), reavivar el mercado de titulizaciones para dar más flexibilidad a los bancos y completar la Unión Bancaria. También será necesaria para financiar objetivos comunes (i.e defensa o infraestructuras energéticas) una financiación conjunta a nivel europeo y la emisión de un activo común europeo, siguiendo el precedente de los fondos NGEU.
- Reducción de la carga regulatoria: Para empezar a reducir el “stock” de regulación, el informe recomienda nombrar un nuevo vicepresidente de Simplificación de la Comisión para racionalizar la legislación acumulada de la UE. La UE debería implementar plenamente el recorte anunciado del 25% de las obligaciones de presentación de informes y comprometerse a lograr una reducción adicional para las PYME de hasta el 50%.