Un euro digital: el diablo está en los detalles
Discurso de Fabio Panetta, miembro del Executive Board del Banco Central Europeo (BCE), en el que analiza las principales razones que han llevado al Banco Central Europeo a trabajar en la adopción de un euro digital y la consecuencias no intencionadas que podría tener sobre la intermediación bancaria, la estabilidad financiera y el sistema financiero internacional “si no está debidamente diseñado”.
En su opinión, la razón principal para emitir un “euro digital” sería la de “combinar la seguridad del dinero del banco central con la conveniencia de un medio de pago digital que satisfaga las preferencias de los consumidores”. En relación con los pagos digitales y la entrada de nuevos competidores no financieros, como las Big Techs, afirma que “si bien la digitalización genera mayor eficiencia y menores costes, también puede suponer riesgos para los consumidores y el sector financiero”, prestando especial atención a las siguientes cuestiones:
- Uso indebido de información personal y falta de privacidad en los pagos financieros.
- La implementación del modelo “el ganador se lo lleva todo”, impulsado por las grandes plataformas, podría reducir la competencia en los mercados financieros, limitando las opciones de los consumidores.
- Soberanía digital y monetaria: La dependencia de tecnologías y monedas digitales no europeas podría crear riesgos sistémicos e incluso poner en peligro la soberanía monetaria y digital.
En su discurso, Fabio Paneta también describe algunas posibles consecuencias no deseadas que deben considerarse cuidadosamente antes de emitir el "euro digital":
- En tiempos normales, se podría crear un riesgo de desintermediación de la banca comercial, ya que el "euro digital" podría captar parte de la actividad de pagos y depósitos de los bancos, reduciendo sus ingresos y la información de clientes relacionada con dicha actividad, lo que podría llevar a una menor concesión de crédito. Fabio Panetta aclara que el BCE no tiene intención de interactuar con cientos de millones de clientes directamente, sino que proporcionará dinero seguro y los intermediarios financieros (i.e. bancos comerciales) seguirán ofreciendo sus servicios a los clientes.
- En tiempos de crisis, podría suponer riesgos para la estabilidad financiera, ya que un "euro digital" daría acceso a un activo líquido seguro que podría acelerar las "fugas de depósitos digitales" en los bancos comerciales en momentos de crisis.
- Impacto en el sistema monetario internacional. Un euro digital sería muy líquido y podría llevar a que los inversores extranjeros lo utilizaran desproporcionadamente en momentos de shocks financieros internacionales. En su opinión, el euro digital debería diseñarse de manera que no pudiera ser utilizado como un instrumento de inversión. Para ello, ofrece algunas ideas, como limitar la cantidad de euros digitales que los usuarios pueden tener o penalizar la remuneración de los euros digitales a partir de ciertas cantidades.