Tensiones geopolíticas: una oportunidad para reforzar la relación entre la UE y Latam
El Banco de España analiza cómo podría afectar a Latinoamérica y Caribe (ALC) la situación actual de fragmentación geopolítica del comercio mundial por el surgimiento de dos bloques (países occidentales vs China y Rusia) en el hipotético caso de un conflicto comercial que limitara las relaciones comerciales de la región con alguno de esos bloques. Una de las conclusiones más relevantes es que para la mayoría de los países de ALC una mayor integración con la UE podría ser una vía para compensar gran parte de las pérdidas derivadas de una fragmentación del comercio.
Principales conclusiones del Informe:
- ALC, tomada en su conjunto, exporta por valor de un 20% de su PIB e importa por valor de un 19%. Estas cifras son inferiores a las de otras áreas emergentes de referencia, como Europa del Este (49% y 51%, respectivamente) o los países emergentes del sudeste asiático (39% y 36%, respectivamente).
- Los principales socios comerciales de ALC son Estados Unidos, China y la Unión Europea (UE) que representan el 65% del total. El principal destino de las exportaciones de ALC es Estados Unidos. A este país se destinan el 42% de las exportaciones totales de la región. China y la UE tienen una importancia relativa menor y atraen, respectivamente, el 15% y el 9%.
- Un posible canal de protección ante eventuales perturbaciones de este tipo es la diversificación comercial. En este sentido, los acuerdos vigentes no agotan todas las posibilidades de integración comercial entre ALC y la UE, y la profundización de las relaciones comerciales puede cobrar mayor interés geoestratégico.
- La heterogeneidad en las relaciones comerciales de los países de ALC implica un grado de exposición muy distinto ante el riesgo de una fragmentación geopolítica del comercio mundial, siendo los países más abiertos los mayores perdedores en caso de materializarse este riesgo. Sin embargo, una de las principales conclusiones del análisis señala que para la mayoría de los países de una mayor integración con la UE podría ser la vía para compensar gran parte de las pérdidas derivadas de una fragmentación del comercio.