Pacto de rentas: compartir pérdidas para afrontar la inflación
Discurso del gobernador del Banco de España analizando las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y repasando las distintas políticas fiscales y monetarias que se están llevando a cabo desde una perspectiva internacional y española. En España, el gobernador incide en la necesidad de alcanzar un pacto de rentas entre los agentes económicos (empresas y hogares, pero también Administraciones Públicas) para repartir la pérdida de renta de nuestra economía, derivada del encarecimiento de las materias primas energéticas.
Aspectos destacados del discurso del gobernador:
- Elevada incertidumbre: Las consecuencias de la guerra son difíciles de predecir, y sus impactos económicos se materializan a través de diversos canales: subida de precios de materias primas (energéticas y no energéticas), caída de la confianza de hogares y empresas, volatilidad de los mercados... El Banco de España ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB para 2022 hasta el 4,5 %, y el 2,9% en 2023, y al alza la inflación esperada en 2022 hasta el 7,5%, y en 2023 hasta el 2%.
- Necesidad de acelerar la integración europea: Según el gobernador, la magnitud de los efectos de la guerra dependerá de la respuesta de las políticas económicas. En su opinión, una acción a escala europea conjunta y contundente sería una respuesta óptima en la UE, y se debería avanzar en una fiscalidad común y permanente y en completar la unión bancaria.
- Papel de la política fiscal: Su capacidad de respuesta está limitada por los elevados niveles de deuda y déficit público estructural. Por esta razón, es importante que la política fiscal actúe de forma muy granular, focalizada en hogares, empresas y sectores vulnerables, y con medidas temporales que no distorsionen los precios.
- Necesidad de un pacto de rentas en España: Según el gobernador, el aumento del precio de las materias primas supone una pérdida de renta de nuestra economía, que se traduce en una merma de rentas para todos. Las empresas y hogares, pero también Administraciones Públicas, deben asumir esta pérdida y acordar su reparto, para evitar una realimentación de los incrementos de precios y costes. De lo contrario, una subida simultánea de los niveles de precios y salarios produciría una pérdida de competitividad exterior con efectos negativos en el crecimiento económico y el empleo.
- Este reparto de los costes entre empresas y trabajadores ya se estaría produciendo. Por un lado, los aumentos salariales pactados para 2022 en los convenios colectivos registrados hasta marzo se situaron en el 2,4%, por lo que los trabajadores están sufriendo una pérdida de poder adquisitivo mientras que, por su parte, cerca del 82% de las empresas experimentaron en el primer trimestre de 2022 un aumento en sus costes, pero solamente algo más del 40% aumentaron el precio de venta de sus productos.
- Recomendaciones para alcanzar un pacto de rentas:
- Evitar fórmulas de actualización automática de los salarios a la inflación.
- Contemplar compromisos plurianuales concernientes a los incrementos salariales y a la protección del empleo acompañados de compromisos explícitos de moderación de los márgenes empresariales.