Nuevo impuesto a la banca: Imposición en lugar de colaboración
La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha publicado un artículo en el que se hace eco de uno de los mensajes más repetidos en la última reunión del Ecofin en Praga: “necesitamos bancos fuertes y comprometidos para apoyar a ciudadanos y empresas en estos momentos de dificultad” y considera que la mejor receta en España para afrontar esta crisis es la colaboración constructiva del Gobierno, sector financiero y empresas. En su opinión, trabajando juntos somos capaces de dar respuestas eficaces y multiplicar los beneficios para la sociedad.
Aspectos destacados en el artículo:
- Compromiso del sector bancario en España durante la crisis Covid: El sector ofreció a sus clientes en dificultades moratorias de hipotecas y otros créditos, y adelantó el pago de pensiones y la prestación por desempleo, además de ser capaz de distribuir en tiempo récord 140.000 millones de crédito, en parte con garantía pública, a 750.000 empresas.
- El impuesto a la banca, imposición en lugar de colaboración y efectos negativos en la economía: La colaboración con el sector público ha sido muy intensa y fructífera para ampliar la atención personalizada a los mayores, reforzar la educación financiera y digital, y aumentar los puntos de acceso a los servicios financieros en las zonas rurales.
Por ello, resulta chocante la imposición de un gravamen que elude la consulta pública y todo informe preceptivo previo, es ineficaz para luchar contra la inflación, además de tener efectos negativos en el crédito (50.000 millones menos según estimaciones del sector), en el PIB y en el empleo (destrucción de entre 25.000 y 35.000 puestos de trabajo). Además, acrecienta la inseguridad jurídica entre los inversores y reduce el retorno para los 6 millones de accionistas minoristas que tienen invertidos parte de sus ahorros en el sector bancario.