Liderando la transición hacia una economía baja en carbono
Los planes de estímulo fiscal europeo para impulsar la recuperación económica tras la crisis del Covid-19 incorporan objetivos a largo plazo relacionados con la transición hacia una economía neutra en carbono. Hacer más “verde” la recuperación es una gran oportunidad para afrontar la amenaza del calentamiento global, pero también plantea importantes desafíos desde el punto de vista político, ya que en el corto plazo los fondos públicos tienden a "mantener las actividades actuales, en lugar de darles un nuevo enfoque verde".
Ben Mcwilliams, Simone Tagliapietra y Georg Zachmann, de Bruegel, argumentan en este informe que la Unión Europea debería enviar fuertes señales a los agentes del mercado con el claro mensaje de que “en adelante las inversiones en proyectos con bajas emisiones de carbono generarán los mayores beneficios".
Esta señal guiará las inversiones de hoy en día hacia “proyectos verdes” de medio y largo plazo, contribuyendo a la reducción de emisiones de carbono y al mismo tiempo a la consolidación fiscal, que seguirá a la fase de recuperación una vez que los gobiernos busquen reducir sus altos niveles de deuda pública, al aumentar los ingresos a través de los impuestos a las emisiones de carbono.
Consideran que la mejor manera de enviar esta señal al mercado es anunciando "un aumento significativo en el precio de las emisiones de carbono después de 2021", lo que podría articularse a través de la reforma del “Sistema de comercio de derechos de emisión de la UE” y de la “Directiva europea de Impuestos de Energía". Estiman que dichas reformas podrían proporcionar ingresos anuales adicionales de 90.000 millones de euros en la Unión Europea.
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