Inteligencia Artificial: cómo aprovechar sus beneficios y limitar sus riesgos

Discurso de Gita Gopinath, subdirectora Gerente del @FMI, sobre el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) y sus posibles consecuencias. En su opinión, a pesar de los beneficios evidentes en mejoras de productividad que pueden ser positivos para la sociedad, será crucial equilibrar el apoyo a su desarrollo con la supervisión regulatoria, desarrollando un marco normativo que favorezca la aplicación de usos beneficiosos limitando los impactos negativos que potencialmente pueda tener en la sociedad.

Principales conclusiones del discurso:

• La IA podría impulsar el crecimiento económico y la productividad significativamente, pero también impactará el mercado laboral: al automatizar tareas cognitivas y repetitivas, los humanos pasarían a realizar trabajos más productivos, lo que, según estimaciones de Goldman Sachs, podría generar un aumento del 7% (equivalente a casi $7 billones) en el PIB mundial durante un período de 10 años. Este aspecto favorable para el crecimiento económico convergería inevitablemente con la preocupación por su impacto en el mercado laboral y la pérdida de empleo:
  
  
  • Se estima que dos tercios de las ocupaciones estadounidenses podrían ser vulnerables a alguna forma de automatización, y se aplanarían las estructuras jerárquicas de las empresas, generando más puestos subalternos y reduciendo el número de aquellos superiores o intermedios.
    
    
• Riesgo de concentración de mercado en el desarrollo de la IA: En su opinión, la IA es una tecnología que requiere de materias, infraestructuras y potencia informática a las que solo algunas grandes corporaciones pueden tener acceso.
  
  
• Necesidad de cooperación internacional que establezca marcos regulatorios internacionales para favorecer el desarrollo de los aspectos positivos de la IA en la sociedad, limitando sus efectos más negativos. Según Gopinath, será necesario un enfoque nuevo, con redes de apoyo social fuertes para ayudar a aquellos que pierdan sus empleos; políticas tributarias que no favorezcan la sustitución indiscriminada de mano de obra; y ajustes en el sistema educativo para preparar a la próxima generación de trabajadores tecnológicos y propiciando la recapacitación de los trabajadores actuales.