España: Propuestas para una reforma fiscal
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) publicó el “Libro Blanco para la reforma fiscal en España”. En su opinión, una reforma eficiente y competitiva de la fiscalidad debe fortalecer el crecimiento y el empleo, incrementando las bases imponibles a largo plazo y no debe diseñarse solo con el fin de incrementar el nivel de recaudación a corto plazo. El informe plantea numerosas recomendaciones para la futura reforma que plantea el gobierno y presenta el “Índice de Competitividad Fiscal internacional 2021” en el que España ocupa la posición 30 del total de los 37 países analizados (desde la posición 26 en 2020).
Principales conclusiones del informe:
- El motivo de la reforma no puede ser solo ingresar más para acercarse a la media de la Unión Europea (UE): Según el IEE, la diferencia en presión fiscal (ingresos fiscales/PIB) que España mantenía con el promedio de UE se ha acortado significativamente en los últimos años y ya no justifica, de por sí, una reforma en profundidad del sistema tributario. Según Eurostat, en 2020 la presión fiscal de la UE era un 41,3% frente al 37,5% en España. En 2021, con datos oficiales, la recaudación tributaria en España ha aumentado un 15,1%, más del doble que el PIB, por lo que la presión fiscal en España se situará en niveles cercanos al 41%, en línea con la media de la UE.
- La diferencia de presión fiscal con la UE no se debe a la tributación empresarial (15% en España ajustada por economía sumergida frente a 11,1% en la media de la UE), sino al IRPF y al IVA.
- Según el informe, la única manera de aumentar de forma sostenible nuestra recaudación impositiva y reducir el diferencial de presión fiscal (por pequeño que este sea en la actualidad) pasa por priorizar la recuperación económica y reducir nuestra economía sumergida.
- El IEE estima que una subida de impuestos de hasta 3 puntos del PIB, no solucionaría el problema de la sostenibilidad fiscal a medio plazo y podría provocar una contracción de la actividad de hasta 5 puntos de PIB y una destrucción del orden de un millón de empleos.
- Una alternativa a la subida de impuestos sería mejorar la eficiencia del gasto público, que en España es un 14% inferior a la media de la OCDE, lo que le sitúa en el puesto 26 de los 36 países de la OCDE en eficiencia del gasto público.