Enfoque regulatorio a medida para las grandes tecnológicas
Breve nota técnica escrita por el Instituto de Estabilidad Financiera, perteneciente al Banco de Pagos Internacionales (BIS), que proporciona una descripción general del panorama regulatorio actual para las grandes tecnológicas (“Big Techs”) que operan en el sector financiero, y algunas consideraciones a tener en cuenta para las autoridades regulatorias.
Los puntos clave del informe son los siguientes:
- Bajo peso relativo de la actividad financiera en las Big Techs, aunque con gran potencial de crecimiento: Según el informe “en la actualidad, los servicios financieros representan una parte relativamente pequeña de las actividades generales de las grandes tecnológicas, aunque esto puede cambiar rápidamente debido a las características únicas de sus modelos comerciales y podrían volverse rápidamente sistémicas o "demasiado grandes para caer"”.
- La actividad financiera de las Big Techs debe estar sujeta al principio de “misma regulación para una misma actividad”. Según el informe “las operaciones financieras de las grandes tecnológicas están sujetas a los mismos requisitos que las de otros participantes del mercado. Como tal, las grandes tecnológicas deben tener las licencias adecuadas para realizar actividades financieras reguladas o prestar sus servicios en asociación con instituciones financieras que cumplan con los requisitos reglamentarios”.
- Nuevos riesgos asociados a las Big Techs en su papel de proveedores tecnológicos del sector financiero: El informe señala que “los riesgos relacionados con las actividades de las Big Techs en el sector financiero pueden no estar completamente previstos bajo la regulación actual, que está orientada a regular entidades individuales o actividades específicas y no hacia riesgos derivados de las interrelaciones de las Big techs con otros sectores de actividad ni con su papel crítico como proveedores de servicios para instituciones financieras”.
- Enfoque regulatorio a medida para las grandes tecnológicas: El informe pide “una supervisión eficaz de las actividades de las grandes tecnológicas en las finanzas, a través de la combinación de reglas basadas en el tipo de entidades y en el tipo de actividades”, e incluso sugiere “evaluar la posibilidad de introducir un enfoque regulatorio a medida para las grandes tecnológicas que abarque un marco integral de políticas públicas.”