El futuro del trabajo se acelera por el COVID-19
La edición de este año del informe del Foro Económico Mundial sobre "El futuro del trabajo 2020" analiza la disrupción causada por el COVID-19 y las perspectivas futuras sobre el empleo y las habilidades necesarias, en el contexto actual de recesión económica global y aceleración de la digitalización.
Algunas de las principales conclusiones del informe serían las siguientes:
- La automatización junto con la actual recesión de COVID-19 está creando una 'doble disrupción' para los trabajadores: el informe estima que “para 2025, la automatización y la nueva división del trabajo entre humanos y máquinas afectará a 85 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, creándose 97 millones de nuevas funciones, a través de la creciente demanda de trabajadores para puestos de trabajo en la economía verde y digital (relacionados con la economía de datos, inteligencia artificial, computación en la nube...).
- El informe también destaca la importancia del factor humano en algunos trabajos: Aquellos trabajos en los que “los seres humanos están llamados a conservar su ventaja competitiva” frente a las máquinas, como pueden ser los trabajos relacionados con el cuidado de las personas; funciones de marketing, ventas y producción de contenido, así como funciones relacionadas con la gestión, el asesoramiento, la toma de decisiones, el razonamiento, la comunicación y la interacción personal.
- En este mercado laboral tan cambiante, el papel de la formación continua y la mejora de competencias está ganando relevancia. Según el informe, para 2025, “el 44% de las competencias que los empleados necesitarán para desempeñar sus funciones de manera eficaz cambiarán”. El estudio señala que "en promedio, las empresas estiman que alrededor del 40% de los trabajadores requerirán una recapacitación de seis meses o menos y el 94% de los líderes empresariales informan que esperan que los empleados adquieran nuevas habilidades en el trabajo (desde el 65% en 2018)”.
- Como conclusión final, el informe advierte que "en ausencia de esfuerzos proactivos, es probable que la desigualdad se vea agravada por el doble impacto de la tecnología y la recesión económica del Covid-19".