El efectivo sigue siendo el rey

El Banco de España analiza, a partir de un estudio en la Eurozona realizado por el BCE, cómo están cambiando los hábitos de pago de los consumidores españoles en sus compras en comercios físicos, compras online y pagos entre particulares. El efectivo continúa siendo el medio de pago más usado para las compras en comercios físicos y los pagos entre particulares tanto en Europa como en España, si bien se observa una tendencia a la baja en los últimos años.

Principales ideas:

• Tanto en Europa como en España en 2022, el efectivo es el medio de pago más utilizado para las compras en comercios físicos y los pagos entre particulares. En Europa el 59% de los pagos en comercios físicos se realizó en efectivo (72% en 2019) mientras que en España suponen el 66% (83% en 2019). En España, el 71% de los pagos entre particulares se realizan en efectivo, casi 20 pp menos que en 2019.
  
  
  • En general, en los pagos en comercios físicos, tanto en Europa como en España, los pagos con efectivo se utilizan para compras de un importe inferior al de los pagos con tarjeta. El segundo medio de pago más utilizado es la tarjeta bancaria, que interviene en el 28% de las compras (aumento de 13 pp con respecto a 2019). Destaca también la evolución de los pagos con aplicaciones móviles que ya representan el 3,7% de los pagos en comercios físicos mientras que 2019 su uso era residual.
    
    
  • En España, para los pagos recurrentes se utilizan las domiciliaciones de forma mayoritaria. En concreto, el 77,5% de este tipo de pagos están domiciliados.
    
    
• En España, la disminución del uso del efectivo viene motivada principalmente por dos factores:
  
  
  • Aumento de las compras online, que limita las posibilidades de uso de efectivo. Por ejemplo, en 2022, el 80% de los pagos no recurrentes se realizaron en comercios físicos, 7 puntos porcentuales menos que en 2019. Por el contrario, las compras en comercios online aumentaron prácticamente en la misma proporción, hasta alcanzar el 16% del total.
    
    
  • Cambio en los hábitos de pago de los consumidores, que han incrementado el uso de medios digitales en todas sus transacciones.