Informe publicado por la Fundación AFI Emilio Ontiveros en el que analiza la evolución de la demografía (con foco en inmigración, envejecimiento, tasas de natalidad, formación de nuevos hogares), y del parque de viviendas en España (en propiedad y en alquiler), y el impacto de ambos factores en la evolución de los precios y la oferta y demanda de viviendas. Según el informe, demografía y vivienda son elementos clave para entender la desigualdad en la distribución de la riqueza tanto intergeneracional como dentro de una misma generación.
Principales conclusiones del informe:
Demografía: En España, las tasas de natalidad y fecundidad han caído de forma sistemática desde comienzos de siglo, a mayor ritmo que en otros países europeos. La esperanza media de vida ha crecido (83 y 86 años para hombres y mujeres) y es la más alta entre los principales países europeos. Solo la entrada de inmigrantes ha evitado una importante caída de la población en España. Las tendencias anteriores supondrán un:
Demografía, oferta y precios de la vivienda: Hasta 2008, la producción de viviendas nuevas superaba claramente la creación de hogares, aunque ello no evitó importantes incrementos de los precios de venta de la vivienda –no tanto de los precios de alquiler-. Desde 2021, los nuevos hogares habrían superado claramente la producción de vivienda terminada (aproximadamente un millón de nuevos hogares frente a algo más de setecientas mil viviendas de nueva construcción). Los desequilibrios se concentran fundamentalmente en las grandes áreas urbanas, afectando no sólo a la capital de provincia o principales ciudades, sino también a los municipios que componen el área metropolitana.
Los desequilibrios del mercado inmobiliario aumentan la brecha en la distribución de riqueza. Según el informe, el coste del alquiler en muchas zonas es superior al coste que tendría la cuota hipotecaria en caso de adquirirse la vivienda en propiedad lo que es muy relevante para jóvenes e inmigrantes. Además, la intensa revalorización de la vivienda durante los últimos años dificulta la capacidad de los jóvenes para poseer una vivienda en propiedad, lo que a su vez explica su baja acumulación de riqueza frente a otros grupos de edad. La tenencia o no de vivienda en propiedad estaría jugando un papel importante en el aumento de la desigualdad inter e intra generacional.
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