22/07/2024
Rodolfo Hernández Sada
Director ejecutivo de comercio internacional, Santander México
México ya es el mayor socio comercial de Estados Unidos, pero un mayor énfasis de las pymes en la exportación de productos agrícolas, respaldado por una inversión de 3 mil millones de pesos de Santander México destinados a ese segmento, generaría beneficios económicos aún más grandes.
México busca afianzar su posición como principal socio comercial de Estados Unidos mediante el aumento de las ventas de productos alimenticios básicos, además de los miles de millones de dólares en automóviles y bienes de consumo que envía a su vecino del norte cada año.
Durante más de tres décadas, las empresas estadounidenses han construido largas cadenas de suministro para importar componentes y productos manufacturados de Asia. Sin embargo, las interrupciones en la producción manufacturera, combinadas con un fuerte aumento de los costes de transporte y los aranceles comerciales, han obligado a muchas empresas a buscar proveedores de los productos y materiales que necesitan más cerca de casa: un proceso en evolución conocido como nearshoring.
El resultado es que las empresas estadounidenses buscan cada vez más proveedores al sur de la frontera para llenar el vacío, y México ha demostrado ser atractivo por sus bajos costes laborales, sus infraestructuras cada vez más sofisticadas y su creciente fortaleza industrial.
El nearshoring ha dado lugar a vastos programas de desarrollo comercial en México, con un valor de la construcción de edificios industriales, comerciales y de servicios en el sector privado, en las regiones norte y noroeste, que ha crecido más del 50% en los dos últimos años.
cuota mexicana en las importaciones estadounidenses
cuota mexicana en las importaciones estadounidenses
La cuota mexicana en las importaciones estadounidenses alcanzó el 15,5% el año pasado, superando a China y otros países manufactureros asiáticos. La industria del automóvil es uno de los motores de la actual fase de nearshoring, y las exportaciones mexicanas de camiones, autobuses y otros vehículos alcanzaron los 182.000 millones de dólares en los últimos 12 meses, de los que el 83% se destinaron a EE. UU.
Los televisores, los equipos de vídeo, los semiconductores y los barcos también han sido puntos fuertes tradicionales, pero otro importante sector industrial mexicano tiene un tremendo potencial sin explotar: la agricultura.
Este es un aspecto importante del nearshoring que a menudo se pasa por alto. Hay algunas grandes empresas estadounidenses establecidas en México, que trabajan con productores locales y exportan la producción a EE. UU., pero hay mucho más potencial en el sector agrícola.
La proximidad del país a EE. UU., combinada con los bajos costes de producción, las buenas conexiones de transporte y las grandes extensiones de tierra fértil en las que expandir las operaciones son atractivos clave. México también cuenta con conocimientos técnicos para paliar los efectos de la sequía y mejorar la productividad.
Santander México, el segundo prestamista del sector agropecuario del país, ha comprometido 3 mil millones de pesos en lo que resta de 2024 para ayudar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) a aprovechar la creciente demanda de Norteamérica.
compromiso de Santander con las pymes agrícolas de México
compromiso de Santander con las pymes agrícolas de México
México es ya el segundo proveedor de productos agropecuarios a EE. UU., después de Canadá, con una cuota de mercado del 31% equivalente a 44.200 millones de dólares anuales, según el Nearshoring Data Monitor de Santander. Las principales exportaciones son fresas, frambuesas, moras, carne de vacuno, aguacates y tomates.
Un mayor énfasis en el nearshoring en la agricultura generaría beneficios económicos más amplios. El sector ya es responsable del 3,4% del producto interior bruto (PIB) de México y genera volúmenes de divisas solo superados por las remesas procedentes del extranjero.
Muchas de estas remesas son enviadas por familiares que se ven obligados a abandonar el país en busca de trabajo. Unos vínculos agrícolas más estrechos con EE. UU. generarían más puestos de trabajo en las explotaciones agrícolas mexicanas, lo que permitiría a muchas más personas permanecer en su país con un empleo seguro y bien remunerado.
Hasta ahora, las tendencias de deslocalización en el sector manufacturero procedente del nearshoring han beneficiado principalmente a la región del norte. El desarrollo de vínculos agrícolas con EE. UU. aportaría importantes beneficios a los estados del centro, sur y sureste, y garantizaría que los frutos de la prosperidad del comercio norte-sur puedan ser disfrutados por un espectro más amplio de la sociedad mexicana.