Combatir la inflación, que se disparó hasta el 211% el año pasado, es la máxima prioridad para 2024.

Los economistas de Santander Argentina analizan las perspectivas de la tercera economía latinoamericana. 

La devaluación del peso en un 50% en diciembre fue uno de los elementos clave de un paquete de medidas diseñadas para estabilizar la economía y reducir la inflación. En 2023, la inflación alcanzó el 211%, el nivel más alto en 32 años, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC). 

La convergencia fiscal hacia el objetivo oficial de déficit 0 también jugará un papel importante en la sostenibilidad de la deuda argentina. Estos drivers pueden ser el punto de partida para mejorar el acceso del país al crédito, estabilizar la economía y estimular el crecimiento y el empleo.

El país sintió el impacto de una grave sequía, el año pasado, que afectó fuertemente a la producción agrícola (donde el país perdió alrededor de USD 20.000 millones de exportaciones). Se prevé que la situación cambie drásticamente este año ante la expectativa de una excelente campaña agrícola, en un país donde el sector agrario es un componente vital de la economía y para el sector externo. En este sentido, el Banco Mundial espera una caída del PBI del 2,5% este año, con impacto en el sector no agro.

Argentina tiene un enorme potencial de crecimiento si consigue navegar hacia un panorama económico más favorable, con los tipos de interés más bajos y los precios de las materias primas menos volátiles. 

El sector agrícola del país tiene capacidad para alimentar a 400 millones de personas y podría generar cerca de 15.000 millones de dólares adicionales en exportaciones en 2024 gracias a una cosecha significativamente mejor. El gasoducto de Vaca Muerta, recientemente inaugurado, reducirá fuertemente la dependencia de las importaciones energéticas y permitirá alcanzar el superávit energético.

Argentina se centra en la energía, la minería y la agricultura para crecer rápidamente, y una de sus prioridades es impulsar las exportaciones de recursos clave como el petróleo y el gas, el litio, y el sector agro en general.

El desarrollo de más recursos energéticos y minerales proporcionaría unas divisas muy necesarias. Esperamos que el control de las cuentas fiscales y la mejora de la entrada de divisas permitan a Argentina mejorar su perfil de deuda y hacer más sostenibles sus compromisos con los acreedores. 

Ser considerado más favorablemente por los mercados internacionales supondría un gran impulso para el sector financiero, y permitiría a las instituciones ampliar el crédito que, con el tiempo, generaría un mayor crecimiento económico.